CONDICIONES GENERALES DE
SEGURIDAD Y SALUD EN LAS OBRAS DE CONSTRUCCIÓN
Vallado perimetral de la
obra
Antes del comienzo de los trabajos
debe procederse a delimitar y acotar el perímetro de la obra por medio de una
valla, preferiblemente de al menos 2 metros de altura. El objetivo es que no
pueda acceder a la misma ninguna persona no autorizada. La valla incorporará
las puertas de acceso tanto para trabajadores y trabajadoras como para
vehículos, de forma diferenciada.
Accesos a la obra
Solo se permitirá el acceso a la obra
a través de las puertas previstas al efecto. Los accesos deben estar
perfectamente despejados de obstáculos y convenientemente iluminados.
Asimismo, éstos deben estar perfectamente
señalizados con carteles que informen a trabajadores, trabajadoras y visitantes
de los medios de protección necesarios para el acceso, así como de los riesgos
generales de la obra.
En aquellos accesos y vías en los que
exista riesgo de caída de objetos debe procederse a la colocación de
marquesinas. En general, las vías de circulación y zonas de paso de
trabajadores y trabajadoras, así como las escaleras deberán construirse,
protegerse y utilizarse de forma segura para evitar que las personas caigan o
estén expuestas a caídas de objetos.
El piso de plataformas o pasarelas de
circulación deberán construirse de materiales sólidos y resistentes y de
anchura mínima 60 centímetros.
Servicios higiénicos y de
bienestar
Los servicios higiénicos y locales de
descanso o de alojamiento se regulan en la parte A del anexo IV del R.D.
1627/1997, de 24 de octubre por el que se establecen las disposiciones mínimas
de seguridad y salud en las obras de construcción.
Deben disponerse casetas o locales
para vestuarios de fácil acceso y de dimensiones suficientes para el personal
que simultáneamente pueda trabajar en la obra. La ropa de trabajo deberá poder
guardarse separada de la ropa de calle y de los efectos personales,
recomendándose la utilización de taquillas individuales con sistema de cierre.
Además, los vestuarios dispondrán sillas o bancos en número suficiente.
Debido a la propia actividad y a las
condiciones de salubridad que normalmente se dan en las obras, resulta
recomendable ducharse al finalizar la jornada de trabajo, por lo que debe disponerse
de duchas en número y condiciones higiénicas adecuadas. Las duchas deben disponer
de agua corriente, caliente y fría. Asimismo, deberá disponerse de lavabos
adecuados en número. En su caso, los vestuarios, duchas, lavabos y retretes
estarán separados para hombres y mujeres.
Debe disponerse:
- 1 ducha por cada 10 trabajadores o trabajadoras o fracción.
- 1 lavabo por cada 10 trabajadores o trabajadoras o fracción.
- 1 retrete por cada 25 hombres o fracción o por cada 15 mujeres o fracción.
Cuando lo exija la actividad o el
número de trabajadores y trabajadoras y por motivos de alejamiento de la obra,
deberá disponerse de locales de descanso de dimensiones suficientes y estar
dotados de mesas y de asientos con respaldo acordes al número de personas trabajadoras
presentes en la obra.
Deberá disponerse de comedores que
dispondrán de horno calienta comida, ventilación suficiente, calefacción y
condiciones adecuadas de higiene y limpieza.
Cuando el número de trabajadores y
trabajadoras de la obra supere los 50 se dispondrá de locales destinados a
primeros auxilios y otras posibles atenciones sanitarias. Estos contarán con un
botiquín, una camilla, agua potable y otros materiales en función de la
existencia de riesgos específicos y estarán convenientemente señalizados (RD
485/1997).
Las obras de gran extensión estarán
dotadas de botiquines portátiles en los lugares de trabajo más significativos o
de elevada concentración de trabajadores y trabajadoras.
Orden y limpieza
El orden y la limpieza es una medida
preventiva básica que evita accidentes, en general en cualquier centro de
trabajo y en particular y especialmente en las obras de construcción, donde se
generan una gran cantidad de residuos y escombros.
Los puestos de trabajo, escaleras,
accesos y zonas de paso deben estar libres de escombros y residuos, así como
libres de obstáculos como mangueras, cables eléctricos, herramientas, acopios
de materiales, etc.
Debe procederse a la limpieza
periódica y frecuente de estos lugares y disponerse lugares adecuados y
reservados para el acopio de materiales, máquinas, puntales, etc.
Una de las soluciones más empleadas
para la retirada de escombros es la utilización de bajantes o “trompas” que
deben anclarse a todos los forjados y que desembocan en contenedores protegidos
con lonas y delimitados físicamente, para evitar el riesgo de golpes por
proyección de cascotes.
Acopios de materiales
Las zonas donde se acopian
materiales deben estar claramente definidas, limpias de escombros y otros
materiales y ordenadas. Los materiales acopiados deben almacenarse y manipularse
con equipos adecuados como por ejemplo bateas, para evitar la posible caída de material
durante su eslingado y transporte.
Las zonas de acopio no
deben interferir con las vías de paso de vehículos o personas trabajadoras.
El acopio de materiales a
los distintos forjados debería realizarse utilizando equipos adecuados como son
las plataformas de descarga protegidas que eviten la caída a distinto nivel del
trabajador o trabajadora.
Señalización
Además de la señalización
dispuesta en los accesos a obra en general suele ser necesaria otro tipo de
señalización en el interior de la misma como:
La utilización de chalecos reflectantes en caso de
trabajos nocturnos, en vías de circulación o en obras de tráfico intenso de
vehículos.
La señalización de los medios de extinción de incendios o
ubicación de botiquines o locales de primeros auxilios.
La señalización por balizamiento de obstáculos,
desniveles o huecos, teniendo siempre en cuenta que prima siempre en estos
casos la protección colectiva mediante vallas, barandillas, etc.
Señalización de situaciones concretas como por ejemplo la
prohibición de utilizar el montacargas por personas, posibles limitaciones de
altura o carga máxima de vehículos, etc.
Señalización vial, tanto en el interior de la obra para
ordenar el tráfico de la misma, como en obras en zonas de tránsito de
vehículos.
Señalización gestual, reservada básicamente a operaciones
o maniobras de carga y descarga de materiales o similares, en las que el
operador u operadora de un equipo no tiene visibilidad completa de la operación
y necesita dejarse guiar por una persona señalista.